St. Augustine Florida, la ciudad más antigua de EEUU
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ST. AUGUSTINE
La ciudad más antigua de EEUU tiene una arquitectura colonial y una historia que la liga a España y a los orígenes. El aire contagia un “estilo europeo” sin perder nunca el saberse americana en todos los sentidos.
La historia está presente en su impronta y en sus calles. Bañadas con conflictos, herencias y esclavitud, como asimismo dueñas de una belleza única. El fin de la Guerra de Secesión marcó el comienzo turístico de St. Augustine.
La ciudad, entremezcla fachadas renacentistas españolas con casas victorianas históricas. Sus calles empedradas se unen con el encanto de los robles que lloran sus #SpanishMoss desde sus ramas.
Infinidad de pequeños hoteles y posadas boutique que funcionan en casas históricas. Luces que se encienden en toda la ciudad desde Noviembre hasta Febrero de cada año. Y mucho para ver.
Qué hacer en St. Augustine:
1- Caminar por George Street: la calle principal y adoquinada del centro histórico. Llena de tiendas, museos, restaurantes y bares. Desde Orange St. hasta Cathedral St., la parte más comercial.
2- Visitar el Lightner Museum: antiguo Hotel Alcázar construido por Henry M. Flagler con claro estilo español. En su interior funcionaba la piscina indoor mas grande EEUU, saunas y baños turcos. El patio central y el puente de roca sobresalen y hoy es punto elegido para los casamientos en la ciudad. En 1946 el hotel fue comprado por el excéntrico Otto Lightner quien trasladó sus obras de arte y lo convirtió en Museo. Aquí funciona el ayuntamiento. El edificio se puede visitar y el Museo funciona en su interior.
3- Recorrer el Flagler College: el antiguo hotel de lujo Hotel Ponce de León, donde hoy funciona una de las universidades más prestigiosas del sur, es impactante. Se puede visitar y es imperdible.
4- Caminar por Avilés Street: la calle más antigua del centro histórico, con sus adoquines, casas históricas y el Hospital Militar Colonial. Mucha historia por acá.
5- Hacer un recorrido por las principales casas históricas con fachadas victorianas y mucha historia. Todas tienen una placa y un cartel relatando sus orígenes. Mis preferidas: Dr. Peck House, Ximenez-Fatio House, Gonzalez-Alvarez House (la más antigua)
6- Visitar la Oldest Wooden School: la escuela más antigua de madera construida en Cedro y Cipres. Hoy funciona como museo.
7- Pasar por las Old City Gates (antiguas puertas de ingreso a la ciudad fortificada), el Puente de los Leones y el Castillo de San Marcos.
8- Dar un paseo por Magnolias Av: una calle llena de encanto, robles y Spanish Moss.
9- Llegar hasta la Face Fountain: una réplica de la fuente de la ciudad de Avilés “Fuente de los Caños de San Francisco”.
10- Visitar la Catedral de San Agustín (primera parroquia católica en EEUU)
11- Ir hasta la playa y el Faro de San Agustín (donde hay una tradición de pedido de mano en lo alto del faro)
También existe un tour privado para conocer a fondo este pueblo con tanta historia: Tour privado por San Agustín
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DIARIO DE VIAJE - St Augustine
El histórico Fuerte Matanzas y la entrada lenta a St Augustine. Una ciudad histórica, la primera española en territorio de EEUU. Arquitectura de la época colonial, impronta europea y monumentales sitios para visitar.
El Castillo San Marcos, el Flagler College, la Fontana de la Juventud, el Lightner Museum, el Faro de St Augustine y sitios históricos regados por toda la ciudad. Las calles y sus casas típicas. St. Augustine está preparado para que guste y lo logra. La iluminación en las calles es un espectáculo que se intensifica en épocas navideñas y sigue hasta finales de enero.
Los trolley, trenes y barcos turísticos abundan y gustan. También los carros transportados por caballos y autos antiguos que pasean a turistas por el Old Town. Hay tours de todo color para recorrer la ciudad. Hasta nocturnos de fantasmas. Todo muy “american way”.
St. Augustine es una ciudad claramente americana inspirada en España, como Solvang en California es danesa y tantas otras sobre territorio estadounidense se montaron casi como escenografías perfectas de algún decorado internacional.
Puede pecar de ser esa manzana de utilería perfectamente lustrada. El secreto (creo yo) es no intentar buscar Europa cuando debemos saber que para encontrarla, hay que cruzar un océano.
Apenas la luz del amanecer empezó a filtrarse por entre las cortinas de la casa victoriana donde dormimos en St. Augustine, comenzamos a sentir un suave y tentador olor a café recién hecho. Algo horneándose y algunos pasos cautelosos sobre los pisos de madera crujiente.
El acolchado de plumas nos tapaba hasta la cabeza y aquellos aromas que subían desde la cocina a la primera planta nos invitaban a salir.
En la ciudad, muchas casas típicas se re-inventaron como pequeños hoteles boutique. Pocos huéspedes, mucha atención personalizada y vivir la experiencia es el lema de estos sitios.
De la nariz asomando por sobre el acolchado a la mesa del desayuno, no pasaron más que algunos minutos. La cocina de la casa era una fiesta. Jugos recién exprimidos, café apenas hecho, y bandejas que entraban y salían del horno. Robin, nuestra anfitriona, se luce cada mañana con un desayuno gourmet que sorprende (aún sabiendo que sorprenderá)
La casa vibra al ritmo de las charlas que compartimos con los otros 4 huéspedes y la locuaz Robin (a la que debemos reconocer, es imposible llevarle el ritmo). La mañana pasa, despedidas tras mascarillas y salimos a la ruta.
Dejamos atrás St Augustine y vamos bordeando la costa hasta llegar a Jacksonville Beach. A unos 20km, la ciudad de Jacksonville nos encuentra cruzando un puente, edificios de frente y vida de ciudad grande que hace unos días no vemos.
Seguimos camino y la I-95 nos lleva directo hasta nuestro destino, Amelia Island.